Las tijeras de modista (o de sastre) con hoja larga y mango curvado son las más adecuadas, ya que permiten que la tela quede plana sobre la mesa para realizar cortes limpios, rectos y precisos.

Dedicar unas tijeras exclusivamente al corte de tela garantiza que las hojas permanezcan afiladas como navajas para realizar cortes limpios; cortar papel, estabilizador o alfileres las desafilará rápidamente, lo que provocará bordes deshilachados e imprecisos.

Las tijeras para bordar son pequeñas, afiladas y suelen tener la punta curvada. Se utilizan para trabajos de precisión, como recortar hilos sueltos cerca del bordado sin cortar la tela ni el estabilizador.

Las tijeras dentadas cortan un borde decorativo en zigzag que ayuda a evitar que los bordes de los tejidos se deshilachen, y son perfectas para costuras sin forro, bordes artesanales o para crear un acabado final limpio.

Las tijeras para tela de calidad solo deben ser afiladas por un afilador profesional y deben guardarse en un lugar seco y seguro, lejos de otras herramientas, para proteger las hojas.